La RF consiste en la generación de CALOR a temperaturas críticas (65-75 grados) necesarias para la retracción y remodelación del tejido conjuntivo.

Actualmente se ha conseguido usar la RF para el tratamiento no invasivo de la dermis superficial y profunda y del tejido subdérmico para estimular la producción de colágeno.

Gracias a esta producción de colágeno se consigue:

ATENUAR LAS ARRUGAS (patas de gallo, surcos faciales, escote, arrugas zona glútea, etc)
TENSAR LA PIEL (escote, cara, manos, muslos, glúteos…)
MEJORAR LA CELULITIS
REJUVENECER LAS FACCIONES DE LA CARA.

Se puede tratar prácticamente todo el cuerpo:

• CARA Y CUELLO
• ESCOTE
• BRAZOS Y MANOS
• ESPALDA
• MUSLOS
• GLÚTEOS

Se realizan varias sesiones y de forma repetida separadas por un determinado tiempo.

NO. Solamente se puede notar un ligero calor en determinados momentos, pero lo habitual es que sean hasta agradables las sesiones, ya que con el manejo de los cabezales de la radiofrecuencia se da un suave masaje que estimula la circulación y relaja al paciente

De entrada se ve un efecto flash que dura un par de semanas, pero los resultados son progresivos ya que el efecto de la formación de colágeno es lento, por lo que los resultados finales tardan unas semanas más en aparecer, a medida que las sesiones avanzan.

Los resultados, después de realizar correctamente la sesiones establecidas para determinadas zonas del cuerpo, suelen durar año y medio.

Se recomienda, después de realizar las 6 u 8 sesiones del tratamiento de radiofrecuencia, un mantenimiento de una sesión cada 6 ó 12 meses según se crea conveniente. Estos mantenimientos ayudan a que los resultados se prolonguen ostensiblemente.